En el retrovisor, un amanecer impresionante; frente a mi, una carretera desierta con una luna azul perdiendose en el horizonte; el ying y el yang; un momento perfecto, mágico... un momento de esos que me encantan, de los que nunca olvidaré. La sensación de una noche perfecta, una ensoñación sumergida en una neblina de inumerables recuerdos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario