sábado, 8 de octubre de 2011

Despedidas

Cuesta decir adiós a lo que con tanto mimo has guardado durante tanto tiempo. El paraiso nació como un lugar en el que poder dejar volar la fantasía que atraviesa cada fino hilo de mi vida hace ya 5 años; pero como suelen decir todo principio tiene su fin, y este es el de este humilde blog.

En el este último post me hubiese gustado escribir sobre los sentimientos que me produce esta despedida pero soy incapaz de dilucidarlos con claridad, asi que nos ahorarré a todos el tener que desenlazarlos. Tan solo puedo decir, que de una forma intangible, se que ha llegado el momento. Ese justo que me advierte de que el tiempo predeterminado para esto ha pasado, que me susurra que la persona que empezó ha deslizar sus pensamientos en estas páginas virtuales ya no existe, que sencillamente es tiempo del descenso a los infiernos.

Por eso no podía sino finalizar agradeciendoos a todos los que habeis pasado por aquí el que hayais compartido conmigo este trocito de paraíso. A algunos os volveré a ver pronto, o al menos eso espero, para otros muchos esta es la última despedida.

GRACIAS por acompañarme en esta parte del camino.

jueves, 7 de julio de 2011

Una tarde de primavera

    Una tarde de primavera, calurosa y asfixiante, casi al borde del verano. Tres amigas se sientan en un banco, el paisaje podría antojársele idílico a algunos, común a otros. La vegetación abunda a su frente, a veces salvaje, otras pensada. Caminos de albero y algún edificio como sacado de otra época se enfoca a lo lejos. Tras ellas, el bullicio y el ajetreo de cientos de coches al pasar, pero no lo escuchan.

    Una se apoya relajada sobre el respaldo, las otras dos se inclinan expectantes durante la conversación. Tres botellas de coca-cola les hacen compañía. Las jóvenes se hacen confidencias, ríen y discuten; a veces conscientes y otras ajenas. Una persona pasa por un camino cercano, ellas la observan, él las observa. Curioso momento para pararse a charlar un rato, deben estar locas. Están seguras de que ha debido pensar algo por el estilo. Las tres cómplices, se rien. Es la una y media del mediodia, sin duda tiene razón.

    El tiempo avanza, pero no les importa. Su conversación sigue y fluye, en ocasiones profunda, en otras ligera. El tono agudo de la más pequeña se eleva un instante, la pausa voz de la que se encuentra a su derecha la reprende; la profunda nota de la que está a su izquierda la acompaña.

    Una sutil melodía que envuelve tres caracteres distintos; cual partitura perfecta se eleva sobre el ambiente. Agudos, graves, un falsete...la música sigue a oídos de unos como vulgar conversación a oídos de otros.

    Una cigarra canta a lo lejos, pero el denso clima no se siente en absoluto pesado. La coca- cola va y viene. De los labios a las manos, de la botella a la boca. Refresca el cuerpo como las palabras sus almas. Dentro de poco, tal vez sus mentes olviden ese momento.

    La conversación gira, se vuelve oscura, y de nuevo emerge de las profundidades. Siempre es así, singular armonía de tres. Iguales pero distintas, siempre dos a dos, únicas juntas y destinadas a estar separadas. Ellas lo ignoran, dejan a sus retazos todo el trabajo.

    La voz aguda se silencia un momento, levanta ágilmente su coca-cola y deja que el líquido fluya por su garganta. La chica a su izquierda llama su atención. Su discurso se aproxima a un final inesperado. En la última palabra una carcajada despunta al mismo tiempo que el liquido intenta bajar.

    Imposible, piensa la figura menuda con la vista fija en ella. Se gira conteniendo la respiración y da rienda suelta a su risa. Sobre el incesante regocijo la sensación de las burbujas subiendo por la nariz aun permanece. Pero es mas importante el momento.

    Las tres ríen, libres de todo, como probablemente nunca mas lo harán...

martes, 25 de enero de 2011

Un adios desde mi rincon azul

Probablemente este sea el último escrito que realize desde aqui, desde mi pequeña caja azul tal y como la he concebido hasta ahora. Probablemente eso debería de proporcionarme algo de nostalgia, la nostalgia de lo que pierdo y de lo que encuentro, pero sin embargo me la guardaré para mi misma.

Hoy tan solo pretendo dar una honorable despedida a este lugar desde el que tantas veces he escrito, aquel testigo mudo de mis primeras divagaciones, y de muchos de mis secretos. Sí, cuando vuelva la misma habitación me estará esperando, pero no será igual.

A través de la ventana el verde brillante de los arboles que hasta hoy me han visto crecer ya no estará al alcance de mi mano, y en la primavera el dulce aroma de los azahares no despertará mis sentidos. El azul raido de las paredes que hace mas de 10 años elegí ya no me acogerá cada vez que vuelva a sentirme intranquila, y el confuso dibujo que permitia a mi mente dispersarse una y otra vez ya no poblará este suelo...

Tal vez lo que estoy dejando aqui, a lo que estoy diciendo adiós no sea tan solo una parte de mi vida, sino una parte de quien soy. De mis elecciones, mis miedos, mis recuerdos... Probablemente cuando vuelva no tan solo habré dejado atrás una parte de mi pasado o mis memorias.

Cuando vuelva, que volveré, este rincon azul ya no será el mismo, y esta que ahora escribe tampoco. Un nuevo rincón... una nueva yo...

Aunque nunca olvide lo que viví antes entre estas paredes, aunque no pueda evitar sentir nostalgia por los olores y sonidos que perderé, aunque esto parezca alejarme mas y mas de los que un día me quisieron... Con todo esto me despido de ti. Gracias.