viernes, 1 de enero de 2010

Two thousand and ten or Twenty-Ten

En el retrovisor, un amanecer impresionante; frente a mi, una carretera desierta con una luna azul perdiendose en el horizonte; el ying y el yang; un momento perfecto, mágico... un momento de esos que me encantan, de los que nunca olvidaré. La sensación de una noche perfecta, una ensoñación sumergida en una neblina de inumerables recuerdos...