miércoles, 11 de julio de 2007

Fragmentos de una memoria perdida

Si, fragmentos de una memoria perdida, de cosas que queremos olvidar o que simplemente nuestra mente borra por pura conveniencia. Volviendo a una realidad que un día decidimos dejar atrás, apreciando en cada detalle olvidado lo que otro tiempo fuimos, lo que ahora somos.
Desordena tu vida, empieza a acumular en cajas de cartón todo lo que en algún momento te gusto, te hizo sonreír o te ilusionó. Derrama lágrimas de sangre, si es necesario, por todo aquello que dejaste y ahora no puedes recuperar. Precinta esa vida y encierrala para siempre en un rincón de tu alma y de ese sitio al que llamas hogar; tal vez, el polvo pueda hacer mucho más para borrar su recuerdo que su simple presencia en ese entorno que consideraste tuyo. Hay tiempos que no vuelven, que se quedar inmersos en un profundo mar de sinsentidos, y otros que cual agujas afiladas se clavan en tu cuerpo cuando menos lo esperas. Pero al fin y al cabo son solo escenas que pasaron, si cierras los ojos desaparecen, y no volverán en un tiempo a hacer daño. Cada vez se perderán un poco más en tu memoria, y la marca que dejaron en ti se irá difuminando poco a poco, y con un poco de suerte, querido amigo, tal vez solo queden en una anécdota que ya no haga daño, por la que ya no sufras. Que triste, hacer que lo que un día fuimos quede solo en algo que nos provoque una timida sonrisa, que nos evoque una añoranza perdida... eso es crecer. Crecer en espíritu, en fuerza, en perseguir lo que somos y lo que en algun momento queremos ser.
Así, yo cerrare esta caja de recuerdos, pintaré una nueva luna en mi noche y vaciaré de sentido todo lo que un día sentí. Volveré a contemplar en mi ausencia las estrellas, perdida en lo que ya no soy y en lo que puedo ser. Cerraré estos ojos cansados de mirar en busca de nada, me embriagaré en el perfume de la noche, buscando con añoranza el olor a dama y azahar, soñando con tenderme en la hierba fresca del olvido y conservando el único recuerdo de la sensación de un abrazo.
Quita el polvo, recoge las malas sensaciones, limpia lo que un día fue puro y sencillo, ordena los pedazos que aún queden de tí, haz volar las dudas, cuelga nuevos recuerdos en ese lugar ahora vacío y por último, escribe un cuento...

No hay comentarios: